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Cómo ahorrar agua en cultivos agrícolas: estrategias técnicas y herramientas para una gestión hídrica eficiente

Cómo ahorrar agua en cultivos agrícolas: estrategias técnicas y herramientas para una gestión hídrica eficiente · Copersa · Riego agrícola

La sostenibilidad del regadío agrícola es uno de los grandes retos para la agricultura mediterránea. España y Portugal comparten un escenario de creciente escasez hídrica, donde las decisiones sobre el uso del agua deben basarse en criterios técnicos y agronómicos de alta precisión. Ahorrar agua en el campo ya no es solo una cuestión económica, sino también medioambiental y estratégica.

Optimizar el uso del agua en los cultivos requiere un enfoque técnico y estructurado que contemple aspectos fundamentales como el cálculo preciso de las necesidades hídricas, la planificación adecuada de la frecuencia y duración del riego, y la incorporación de tecnologías avanzadas de agricultura de precisión. Estos elementos permiten una gestión más eficiente del recurso hídrico, adaptada a las condiciones específicas del suelo, el clima y el tipo de cultivo.

Cómo ahorrar agua gracias a la toma de decisiones informadas

La gestión del riego comienza mucho antes de abrir una válvula. Todo parte de una decisión informada: ¿cuándo, cuánto y cómo regar? Estas decisiones deben apoyarse en datos fiables y representativos del estado del suelo, el clima y el cultivo.

Un error frecuente es basar el riego en calendarios fijos o costumbres, sin considerar las variaciones diarias de la demanda hídrica. Hoy en día, gracias a tecnologías como los tensiómetros o los sensores de humedad es posible pasar del “regar por intuición” al “regar por necesidad real”.

Una estación agroclimática, por ejemplo, permite calcular la evapotranspiración de referencia, mientras que los sensores en el suelo indican cuánta humedad hay disponible para las raíces. Solo combinando estos datos puede saberse cuándo es realmente necesario regar.

¿Cuánta agua necesita mi cultivo?

Cada cultivo tiene un coeficiente de cultivo (Kc) que, combinado con la evapotranspiración de referencia (ETo), permite estimar la evapotranspiración del cultivo (ETc). Esta es la cantidad de agua que la planta necesita en un momento determinado.

Por ejemplo, un olivo en verano puede tener un ETc de 5 mm/día, lo que equivale a 50 m³/ha/día. Sin embargo, regar esa cantidad sin saber si el suelo ya la aporta es un error.

En este contexto, es necesario contar con herramientas que permitan conocer el estado hídrico del suelo, para ajustar el riego a la demanda real del cultivo. Los tensiómetros Irrometer permiten conocer directamente el esfuerzo que deben hacer las raíces para absorber agua, proporcionando una lectura clara del nivel de tensión hídrica en el suelo. Por otro lado, los sensores Watermark miden el contenido de humedad del suelo mediante un principio resistivo, con una respuesta estable incluso en condiciones salinas. Ambos instrumentos son fundamentales para tomar decisiones basadas en datos reales, evitar el estrés hídrico de las plantas y optimizar el uso del agua en función de las necesidades del cultivo.

El uso conjunto de estas herramientas permite adaptar el riego a la demanda real, evitando tanto el déficit como el exceso, que pueden reducir el rendimiento o favorecer enfermedades.

Aplicar el agua de forma eficiente: más importante que aplicar menos

Ahorrar agua no significa regar menos, sino regar mejor. La eficiencia en la aplicación del riego depende de:

  • El sistema elegido (goteo, microaspersión, aspersión).
  • La uniformidad del reparto del agua.
  • El mantenimiento del sistema.

El riego por goteo sigue siendo el sistema más eficiente para cultivos leñosos, hortícolas y en invernadero. Su capacidad para aplicar agua directamente en la zona radicular, con baja presión y mínimo escurrimiento, lo convierte en un aliado clave.

Sin embargo, incluso el sistema de riego más avanzado pierde eficacia si no se realiza un mantenimiento adecuado. Una instalación descuidada puede provocar obstrucciones, pérdidas de presión o un reparto desigual del agua, afectando directamente al rendimiento del cultivo. Para garantizar un funcionamiento óptimo, es imprescindible contar con componentes clave como sistemas de filtración, que evitan la entrada de partículas; ventosas, que eliminan el aire acumulado en las tuberías; válvulas hidráulicas, que regulan y controlan el caudal; y reguladores de presión, que aseguran una distribución uniforme en toda la red. La combinación de estos elementos, junto con una revisión periódica, permite alargar la vida útil del sistema y asegurar una aplicación eficiente y precisa del agua.

Frecuencia y duración del riego: adaptar el riego al tipo de suelo y cultivo

No existe una fórmula única para determinar cuánto tiempo regar, ni cada cuántos días hacerlo. Todo depende de la capacidad de retención de agua del suelo, el desarrollo radicular del cultivo y las condiciones climáticas.

  • En suelos arcillosos, la retención es alta pero la infiltración lenta: mejor riegos largos y espaciados.
  • En suelos arenosos, la infiltración es rápida pero con poca retención: riegos breves y frecuentes.
  • En suelos francos, la frecuencia debe ajustarse a la profundidad efectiva de las raíces.

Además, si se aplica más agua de la que el suelo puede retener, se pierde por percolación profunda, arrastrando nutrientes. Esto no solo es un desperdicio de agua, sino también de fertilizantes, que pueden contaminar acuíferos.

Para evitarlo, se pueden usar limitadores de caudal, válvulas de sectorización, y combinar riego con fertirrigación controlada, dosificando agua y nutrientes con precisión mediante bombas y controladores de fertirrigación y sensores de pH y conductividad eléctrica.

Cómo ahorrar agua gracias a la agricultura de precisión aplicada al riego

La agricultura de precisión es una forma de trabajar más inteligente y eficiente, basada en el uso de datos reales para tomar mejores decisiones. En el riego, esto permite:

  • Controlar el estado hídrico del suelo en tiempo real.
  • Automatizar el riego en función de umbrales definidos.
  • Reducir los costes asociados al consumo de agua, energía y fertilizantes.
  • Mejorar la trazabilidad y sostenibilidad de la explotación.

Las tecnologías implicadas se basan en sistemas integrados que recopilan información a diferentes profundidades del suelo y del entorno, y que están conectados a plataformas digitales que combinan datos climáticos, edáficos y del cultivo. Además, mediante modelos predictivos, es posible anticipar las necesidades hídricas futuras con mayor precisión.

Todo esto hace que el riego haya dejado de ser una tarea operativa, para convertirse en una herramienta de precisión agronómica, ya que la gestión del recurso hídrico tiene una influencia directa en el rendimiento, rentabilidad y sostenibilidad de los cultivos.

Más allá del campo: gestión del agua en infraestructuras

En muchas ocasiones, las mayores pérdidas de agua no se producen en el propio cultivo, sino en el sistema que la distribuye. Fugas en las tuberías, evaporación en los embalses o un mal funcionamiento de las bombas pueden provocar hasta un 30% de desperdicio de agua.

Para evitar estas pérdidas, se puede aplicar algunas medidas preventivas, como:

Estas acciones ayudan a ahorrar agua y a mejorar la eficiencia del sistema de riego.

El ahorro de agua en agricultura no se consigue con una sola herramienta, sino con un enfoque técnico integral. Invertir en conocimiento, monitorización y automatización permite mantener o incluso mejorar los rendimientos, reduciendo el consumo hídrico y la huella ambiental. No se trata de una opción de futuro, sino de una necesidad actual para seguir produciendo alimentos en un contexto climático incierto. Con una buena base agronómica, el apoyo de tecnologías de precisión y un mantenimiento adecuado, es posible alcanzar una eficiencia hídrica del riego superior al 90 %, contribuyendo no solo a la rentabilidad de la explotación, sino también a la sostenibilidad del sector agrícola en la península ibérica.

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Copersa opera en España, Portugal y Andorra, distribuyendo una amplia gama de productos para riego agrícola. Nuestro equipo técnico de ingenieros agrícolas pueden asesorar en el diseño de la instalación según las necesidades específicas de cada cultivo. Puedes obtener más información por teléfono, email, whatsapp o a través de nuestro formulario de contacto. Si ya eres cliente, puedes contactar con el delegado de tu zona.

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