Pantano de La Llosa del Cavall – Imagen cortesía de La sequera del 22
El Día Internacional de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía, que se celebra cada 17 de junio, es una oportunidad para concienciar sobre la importancia de combatir el fenómeno de la escasez de agua y promover acciones para preservar nuestros recursos hídricos. El agua es un recurso fundamental para la vida en la Tierra, y su escasez y mala gestión pueden tener graves consecuencias en diversos aspectos de nuestras vidas, sobre todo para el sector agroalimentario.
Aunque la sequía es un problema cada vez más grave en España y del que todos somos plenamente conscientes, no se debe dejar en un segundo plano el concepto de desertificación. Este fenómeno, aunque a priori pueda parecer menos grave que la sequía, implica que las tierras fértiles se vuelven áridas, por lo que pierden la capacidad de producir cultivos. Esto desencadena a su vez una serie de consecuencias muy graves para la seguridad alimentaria, la biodiversidad, la conservación del suelo y la calidad del aire, entre otras.
Para enfrentar estos desafíos, el sector agrícola debe desempeñar un papel activo y muy importante en la conservación del agua. La adopción de prácticas agrícolas sostenibles puede ayudar a reducir el consumo de agua y minimizar el impacto de la desertificación y la sequía. Copersa ofrece múltiples soluciones para conseguir este objetivo, como tensiómetros y sensores para medir la humedad del suelo, cubiertas flotantes para balsas o sistemas de filtración.
El sector agrícola tiene ante sí un reto muy importante que debe transformar en una oportunidad para promover prácticas de riego inteligentes e innovadoras, evitando el desperdicio de agua y fomentando la gestión integrada de los recursos hídricos. La agricultura de precisión y el uso de nuevas tecnologías aplicadas a la agricultura no sólo permiten luchar contra la sequía, sino que también contribuyen en gran medida a aumentar la cantidad y calidad de la producción agrícola.
Es importante destacar que la conservación del agua no solo beneficia al sector agrícola, sino también al medio ambiente en general. El agua es un recurso escaso y valioso, esencial para la vida de las plantas, los animales y los seres humanos. Por lo tanto, es responsabilidad de todos cuidar y preservar este recurso vital.
El Día Internacional de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía nos recuerda la importancia de proteger nuestros recursos hídricos y tomar medidas para enfrentar estos desafíos. El sector agrícola puede contribuir significativamente a la conservación del agua mediante la adopción de prácticas sostenibles y el uso responsable de este recurso vital. Al cuidar el agua, estamos asegurando la disponibilidad de alimentos y un futuro sostenible para las generaciones venideras.